Supermercado Iceland

Yo que siempre (o casi siempre) tengo frío miré en internet como iba a hacer en Málaga los días que vamos a estar aquí y vi que iba a hacer 20º así que casi no metí ropa de verano. Cuando hemos llegado a Málaga resulta que en todo el norte hay una ya famosa ciclogénesis explosiva (vamos que llueve, hace viento y frío) y aquí tenemos un sol expléndido: 23º de temperatura y unos días de playa maravillosos. Esta mañana hasta me he quemado un poquito.

Mi niña (que se parece a su padre en todo) siempre tiene calor y como no la había traído calzado de verano tuvimos que ir a comprarla algo. Calzado para ella no encontramos pero de casualidad dimos con un supermercado llamado Iceland en el que entramos a comprar agua. Cual fue nuestra sorpresa cuando de golpe nos encontramos dentro de un supermercado típicamente inglés. Ha sido como si en vez de viajar a Fuengirola nos hubiéramos ido a Londres con todos los productos etiquetados en inglés (y una pegatina con la traducción de los ingredientes al español en casi todos los productos), el precio tanto en libras como en euros y un montón de productos totalmente desconocidos aquí y los productos que si se comercializan en España son como los que venden en Inglaterra como por ejemplo la coca-cola que no es ligth sino diet. Hasta las dependientas son inglesas y hablan en inglés (desconozco si hablan castellano puesto que en ningún momento se dirigieron a nosotros en nuestro idioma).

Este supermercado se encuentra en las zonas costeras del sur de España y Canarias donde residen muchos ingleses. 

Después de pasear por todos los pasillos e ir fisgando todos los productos empecé a llenar mi cesta de la compra (haciendo un esfuerzo terrible ya que me hubiera llevado uno de cada para probar de todo).

He comprado mezclas de especies de todo tipo: Tikka Masala, Thai, Oriental, Harissa y mexicanas. Vamos, que he recorrido medio mundo.

De golpe nos hemos visto en un pasillo lleno de chocolatinas y caramelos de todo tipo. Para dos golosos como nosotros ha sido todo un acto de contención no llenar la cesta hasta arriba de todos las chocolatinas Cadbury. Solo hemos pecado con dos.

Me llamó mucho la atención que había productos de Weigth Watchers (dieta de los puntos) en cuyo envase ya te indica los puntos que tiene  cada alimento. Casi todos eran dulces, helados y alimentos precocinados que te indicaban sus propoints que son como se llaman los puntos en la nueva versión de la dieta.

El mayor subidón me llegó cuando en el pasillo de repostería me encontré con todo un paraíso de productos de Dr. Oetcker. Me he comprado un bote del famoso cremor tártaro que se utiliza para que no se bajen las claras (según he leído ya que no lo he utilizado nunca), moldes de magdalenas, preparados para frostin de vainilla y chocolate, nesquick de plátano, esencias de vainilla y almendras...vamos, que he cargado de todo, me he gastado 55€ y no descarto volver antes de irme de Fuengirola. 

Los precios estaban bastante baratos en comparación con las web que venden estos productos de repostería ya que solamente se encuentran en tiendas especializadas o vía online. Por ejemplo, el cremor tártaro de Dr. Oetcker de 140gr. que lo he visto online entre 4 y 6€ más gastos de envío me ha costado 2,99€.

---

Seguro que te interesa...

Guacamole

Musaka

Noodles con verdura y pollo

Rollitos vietnamitas