Bubble tea

Reconozco que desde que vivo en Madrid (hace casi 10 años ya) es más difícil sorprenderme. Hecho de menos aquellos tiempos en los que una chica de Valladolid (como diría Concha Velasco) iba a una gran ciudad y le sorprendían las cosas que veía. Aún recuerdo cuánto me gustaba H&M, Oysho, los frapuccinos de Sturbucks, la ensalada César del Vips... Todo era nuevo. Me encantaba pasear por Goya, Serrano, Velazquez, Sol...
Pasando unas vacaciones en Munich he vuelto a recordar aquellos tiempos de sorpresa cuando nos encontramos unos establecimientos llamados Bubble Tea. Son tiendas estilo Sturbucks donde venden una especie de frapuccinos hechos con te.
Según he leído por la red la cosa procede de Taiwan y se va extendiendo por el mundo a la velocidad del rayo. De hecho, parace que hay uno de estos establecimientos en la calle Fuencarral de Madrid donde se llama Crazy balls.
Para pedir esta bebida debes elegir entre tres tipos de tes (verde, negro o jazmín), entre varias temperaturas (caliente, frío o granizado), el aromatiyante del té entre varios tipos de frutas (mango, plátano, fresa...) y por último el sabor de las bolitas de gelatina que meten en el interior del vaso (tapioca, fresa, mango...). Todo servido en un vaso de plástico sellado con un film de plástico que hay que perforar con una pajita lo suficientemente gorda como para que por ella asciendan las bolitas.
El conjunto no está malo. Es fresquito ya que yo lo pedí granizado y dulce.
Por el tipo de cliente que vimos en la tienda está triunfando entre los adolescentes.

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