Os presento a Pluto. Cosas de la maternidad
Cada momento damos gracias por el día que apareció Pluto en nuestra vida. De hecho se ha vuelto tan indispensable que se merece una entrada en este blog.
Julia, mi niña de 15 meses. tiene una fijación increíble por este muñeco. Cada vez que le coge tiene un acto reflejo que es coger la oreja del animal y chuparse el dedo. De esta forma duerme, deja de llorar, se le calman las rabietas, se la calma el dolor..., vamos que se la pasa todo.
Como un día se nos pierda Pluto vamos a tener un problema muy grande.
Hemos intentado comprar otro de reserva pero ya no existe el mismo (fue un regalo). Otros modelos de Pluto no la valen, tiene que ser este.
El pobre muñeco ya ni siquiera es amarillo, sino que está pardusco y grisáceo de las lavadas que lleva. Hay días que le lavo y se le tengo que dar húmedo de la rabieta que tiene sin el muñeco. Porque no os imagináis como huele el muñequito de tanto chuparle la oreja.
Por nuestra casa aparca un coche que tiene uno igual en el salpicadero. Hemos llegado a plantearnos romper el cristal, coger el Pluto y dejar al dueño una notita con nuestro teléfono para que lo pague el seguro (casi rozamos la desesperación).
Un año y medio después me atrevo a decir que la mitad de las cosas que leí eran bastante tontas. Hay niños que duermen bien y otros que lo hacen mal. Hay niños que comen como un adulto y otros niños que parece que se alimentan del aire de lo poco que comen. Hay niños que se pasan el día lloriqueando y otros que están todo el día riéndose.
¿De qué depende?. En mi humilde opinión casi todo depende del carácter del niño y un poquito de la forma de educarles.
En mi caso, mi niña duerme como un lirón. Desde el primer día duerme toda la noche. De recién nacida dormía 5 horas y desde que tenía 6 meses la metemos en la cama a las 9 de la noche y se despierta a las 9 de la mañana e incluso hay días que a las 10. Después se hecha una siesta por la mañana y otra por la tarde de 1 o 2 horas cada una. Vamos, que como una marmotilla.
Me acuerdo que el pediatra nos decía que la despertáramos para darla de comer. Si lo hacíamos se despertaba enfadada y ni dormía ni comía así que decidimos dejarla dormir hasta que quisiese.
Otra cosa diferente es el comer. No come nada, y lo poco que come es peleando. Desayuna y cena biberón con cereales. La mayoría de los días se toma medio biberón solamente. Come papilla de verduras y merienda frutas trituradas. El día que se come 200gr. es una fiesta.
Solamente come si no se da cuenta de que lo está haciendo, es decir, si está entretenida jugando, viendo la tele, mirando a otros niños...
La niña de unos amigos que tiene 4 meses menos se come de 300 a 500gr. cada vez. Eso sí, duerme muy poquito.
Pero la niña coge peso, de hecho es grande para su edad, está sana (todavía no se ha estado mala ninguna vez) y feliz. Se pasa el día riendo.
Yo tengo una teoría: No existe el niño perfecto. El que come no duerme, y el que duerme no come.
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:D Mágico Pluto!!! Aunque no os veo yo cayendo el el vandalismo, por muy desesperados que estéis!!!
ResponderEliminarSe agradece la realista visión de la maternidad... para el día que nos decidamos!
Pero bueno, habeis retocado a Pluto, porque en realidad ya no se ve de ese color...
ResponderEliminarEn fin, que no , que te equivocas, que todos los niños son perfectos pero cada uno con sus cosillas. Y que a tu niña lo que le pasa es que está todo el día viendo como su mamá prepara cosas ricas y vistosas y a ella le ponen puré. Pues claro que se enfada y dice que te lo comas tú :D